jueves, 28 de julio de 2011

Cumpleaños.

Tengo media hora, para intentar contarte lo que me has hecho sentir en casi un mes.
Media hora puede ser demasiado tiempo, pero a veces, en noches como esta, me doy cuenta de que 30 minutos no son nada.
Que cuando estás a mi lado, vuelvo a ser una niña.
Y que seguramente tus ojos, sean mi punto de inflexión.
Llega mi cumpleaños y me acuerdo de muchos otros... cumpleaños.
De cuando apagaba el móvil, por si el chico que me gustaba entonces no me felicitaba.
De cuando me cantaban en un campamento el cumpleaños feliz.
Y ahora que ya casi tengo 23, solo sé que esos años fueron buenos, pero que antes de conocerte todo era demasiado efímero.
Que a veces puedes estar tumbada, al lado de tu mejor amigo, y dejar que se vaya.
Y que alguien a quien quieres, puede convertirse en un completo desconocido en cuestión de  7 meses.
Me doy cuenta de que una persona que ni he visto en carne y hueso, me ha dado más que gente que me cruzo a diario.

Y de que por muchos años que cumpla, no pienso cambiar. Porque la gente se va, viene, pero siempre me sonrie, y eso para mi ya es mi mejor regalo.

Bye veintidós. Thanks.

No hay comentarios:

Publicar un comentario